Tiro mis cosas al suelo. No puedo con mi vida. Voy al baño y abro el grifo
del agua caliente. Mientras me voy quitando la camiseta sudada, voy pensando en
si habré mejorado o no mi estilo gracias a esta clase. Espero que se caliente
el agua, termino de quitarme la ropa y me pongo debajo del grifo. El agua resbala
por mi cuerpo cansado y me voy relajando. Cierro los ojos y pienso en ambos
encuentros que he tenido con Kuro. En los dos ha tenido fallos de
principiantes. Se descuida, se distrae y se cae al suelo. Es un desastre como
contrincante. ¿Realmente le han enviado a él a luchar contra mí? Yo tampoco es
que sea muy buena en cuestiones de lucha, pero no tengo esos errores que él
comete. Cojo el champú y me enjabono el pelo. Huele a lavanda. Me pierdo en su
olor. Sigo pensando en Kuro, pero esta vez en nuestro futuro encuentro, el de
esta noche. Sé que cometerá otro fallo, y será mi oportunidad de acabar con él.
Aunque no creo que sea tan fácil. Además, puede que esté intentando que me
confíe para atacar con todo lo que tiene. Puede ser eso... Me aclaro el pelo y
me relajo de nuevo. Cojo el gel y la esponja. Me voy dando un pequeño masaje
mientras me enjabono y observo algunos golpes que tengo por el cuerpo. Todo es
de los encuentros con Kuro y de mi entrenamiento de hoy.
Salgo de la ducha y cojo mi toalla. No estoy segura de querer ducharme
mañana en el gimnasio. Estoy casi completamente segura de que si Hannah se
entera me mataría. Prefiero hacer lo de hoy. Vengo aquí y me relajo en mi casa.
Me enrollo la toalla a mi alrededor y voy hacia mi habitación. Cojo mi ropa
interior y elijo lo que me voy a poner ahora. Creo que me pondré algo cómodo,
porque así puedo salir sin problemas. Y si me encuentro con Kuro puedo luchar
contra él. Me quito la toalla y me visto. Me pongo las zapatillas de andar por
casa y me voy a prepararme la comida. Me haré algo ligero para no cargarme
mucho el estómago. Así, después de comer puedo practicar un poco la puntería.
El resto del día se me pasa volando.
Hago lo de siempre: practico la puntería, lucho contra el muñequito y después
hablo con mi padre. Después de cenar mi sándwich de jamón y queso (¡qué cosas
tan ricas hay aquí abajo!) voy a patrullar. ¿Qué error cometerá hoy? Supongo
que acabará de nuevo por el suelo... Pero debo estar alerta. Paseo por la calle
oscura y humedecida por la noche. También hace un poco de frío, todo hay que
decirlo. Pero no me inmuto. No debo flaquear por nada. Tropiezo con algo y casi
me caigo al suelo, pero puedo mantener el equilibrio casi a tiempo. Miro al
suelo y veo que es una especie de cartera. Me acerco y la cojo. Es negra y
tiene llamas dibujadas. Seguramente será de un chico. La abro para ver si viene
la dirección o algún dato para poder devolvérsela a su dueño y casi grito de la
emoción. ¡Es la cartera de Kuro! Pone su dirección y una foto con su nombre.
Qué error. Perder la cartera junto a mi casa. Sonrío y me cuelgo la cartera al
hombro. Voy corriendo a buscar la dirección que pone en la cartera. Le atacaré
por sorpresa.
Después de unos minutos revoloteando
por la ciudad buscando la maldita casa, al fin llego. No tiene pinta de ser la
casa de un demonio a simple vista. Bueno, ¿qué más da? Entraré con mi arco
preparado para dispararle. Kuro, hoy acabaré contigo.
Saco mis alas y vuelo hasta la
ventana del primer piso. Es una casa enorme para una sola persona. Kuro, hoy
acabaré contigo. Abro la ventana sigilosamente y me deslizo hacia la cama. Al
parecer, esta es su habitación. Miro a un lado y a otro, pero no veo ni rastro
de Kuro. Abro su armario para inspeccionar. Hay mucha ropa. Casi toda es negra.
Típico de demonios, supongo. Sigo sin ver a Kuro. Salgo de la habitación con
sigilo y empiezo a mirar por las habitaciones del primer piso. Hay otro
dormitorio, un baño y una puerta que, por más que lo intento, no puedo abrir. Desisto.
Bajo por las escaleras muy silenciosamente.
No escucho nada. Puede que haya
salido. Pero la luz está encendida. Bueno, seguiré mirando. Entro a la cocina.
Estaba haciéndose la cena, por lo que veo. Me acerco. Huele muy bien. ¿Qué
será? Tengo aún tanto por descubrir... Salgo de la cocina y sigo mirando por el
piso. Es bastante grande. Así no lo encontraré. Sigo dando vueltas por la casa.
Tras diez minutos inspeccionando,
oigo una puerta y me dirijo al salón. Allí estará Kuro. Ya lo tengo. Cojo una
flecha y la pongo en mi arco. Cuando entro en el salón veo a Kuro. Sí, lo
tengo. Pero no como esperaba. Está con un cepillo de dientes en la boca, con el
pelo mojado y cubierto únicamente por una toalla. ¡Oh, Dios! No esperaba que
fuese así. La verdad, parece un ángel. Pero un ángel oscuro. Tiene el torso
perfectamente musculado y he de admitir que es bastante atractivo. Kuro me mira
y... ¡Oh, no! Se le acaba de caer la toalla. Me pongo como un maldito tomate
maduro y salgo volando de la casa gritando.
-¡Argh! ¡Lo siento mucho! –Grito
mientras salgo por la ventana por donde entré.
-¡Eh, tú! ¡Espera! –Es lo único que
oí antes de salir.
Llego a mi casa en un abrir y cerrar
de ojos, aún bastante roja. Pero, ¿qué le hago? Sólo a mí se me ocurre entrar
sin avisar en la casa. Es que soy boba. Se me viene a la mente la imagen que vi
y mi cara vuelve a ser un tomate. Oh, vamos. No voy a poder dormir por mi
estupidez. Si es que soy de lo que no hay...
Son las cinco de la mañana y aún no
he pegado ojo. Únicamente pienso en lo que he visto. Pero, ¡Dios! Si era sólo
un... Bueno, un chico. Desnudo, sí, pero un chico. Aunque es la primera vez que
veo uno así, puf, de repente, sin avisar. Además, no semidesnudo, no. Desnudo
en el sentido total de la palabra. Madre mía... Si padre se entera no sé lo que
me haría. Y ahora pienso yo, ¿un demonio no era horrendo? ¿Feo al menos?
Asqueroso, con muchas cosas raras que no se ven habitualmente. Pero Kuro es
distinto. ¿Por qué es así de hermoso? Y con ese cuerpo tan... Tan... No sé. No
parece un demonio. Punto.
¡Hola! :)
ResponderEliminarDespués de un tiempo sin pasarme por aquí, he leído lo que me faltaba y me encanta. Escribes genial. ¡Sigue así! Hace tiempo que no publicas, si continúas la historia avísame por tuenti (Blog Pensamientos de Adolescencia) o twitter (@IMrsGonzalez), por favor.
Besos y ¡felices fiestas!
PD: Espero verte por mis blogs. ;) Me encantaría recibir tu sincera opinión.
Sollozos En Mitad Del Bosque
Pensamientos De Adolescencia ∞
Hola:)
ResponderEliminarTe queria decir lo mismo que Simplemente Yo, si puedes avisar por tuenti cuando subas, te lo agradeceria :D
Besos! <3